Eso que se ve en la foto es real
y verdaderamente lo que parece ser. No es un montaje fotográfico ni una
manipulación visual de las que con tanta habilidad realizan los aficionados los
manejos tecnológicos. No, eso que hay en la foto es una mierda auténtica,
depositada hábilmente en el centro mismo del parque de San Julián, en el que
antiguamente había jardineros y vigilantes y que ahora es campo libre para el
desarrollo de cualquier fechoría. Como es deducible, nadie está atento, ni en
ese sitio ni en ningún otro, para controlar este tipo de desmanes y como, por
otro lado, los propietarios de perros no son siempre diligentes en recoger los
detritos de sus queridos animales, pasa lo que pasa. Ah, y si en el parque hay
niños jugando, pues que se fastidien. Así van las cosas en esta ciudad
admirable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario