viernes, 23 de enero de 2015

REENCUENTRO CON ELVIRA DAUDET





Por una vía indirecta, de esas que andan flotando por las misteriosas redes del éter en las que, de vez en cuando, es posible capturar noticias positivas y escritos de mérito, de los que permanecen, mientras la basura inagotable se evapora tras ser flor de un día y servir de distracción a los desocupados, por ahí, digo, me entero de la reaparición de Elvira Daudet, tras muchos años de silencio. Probablemente tenemos ahí, silenciosa, escondida y, desde luego, sin saberlo en los corrillos por donde pululan los oportunistas, una de la voces más cálidas, sinceras y profundas de la poesía española contemporánea y, desde luego, de la conquense, aunque ella insista en querer estar desligada de su tierra natal, para la que la recuperé hace ya muchos años, con ocasión del primer Congreso de Escritores. Periodista de las de antes, de garra y estilo cuidadoso, pertenece poéticamente hablando a la generación que surgió a la escritura todavía bajo la influencia de la guerra civil, el conflicto del que vivió y conoció sus consecuencias durante la niñez figurando como telón de fondo sobre el que se teje su experiencia vital y poética. Tras realizar un acto de meditación espiritual en El don desapacible, poemario en el que recupera sus recuerdos de la guerra civil, con la figura del padre como personaje latente, la poetisa logra una hermosa madurez creativa en Terrenal y marina en la que sale del largo túnel de la desesperanza para ofrecer una obra luminosa y, en cierto modo, optimista. Para Nicolás del Hierro, Elvira Daudet es uno de los símbolos más puros de su generación. Paralelamente a su larga experiencia periodística, la variación y abordaje de sus temas, su estilo personal y la sencillez cultural de su palabra, sitúan su obra poética en lugar de privilegio, aunque intuimos que su timidez y reclusión personal le han mermado niveles a la misma. Ahora acaba de presentar su Antología poética 1959-2012 y ello nos proporciona la plácida ocasión de reencontrar una voz auténtica, serena, conmovedora.

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