martes, 22 de noviembre de 2011

NO QUIEREN APRENDER

Con motivo del pequeño alboroto organizado días atrás a cuenta del Espacio Torner y su cierre hemos tenido la oportunidad de volver (Cuenca) a ocupar esos pequeños espacios que la prensa nacional nos dedica en las contadísimas ocasiones que aquí sucede algo digno de pasar a tan importantes papeles. Y miren ustedes por dónde (también es casualidad), los dos más grandes periódicos (grandes en tirada, no en otra cosa) que tienen asiento en la capital del reino, a saber El País y El Mundo han coincidido por una sola vez en lo que va de año: en llamar Casas Colgantes a nuestras peculiares y artificiales construcciones, tan emblemáticas ellas. Da lo mismo que haya indicadores de caminos, letreros en los planos y anuncios, mensajes de todo tipo: no aprenden sencillamente porque no quieren aprender. Se empeñan en ponerse vendas para ver lo que está escrito, tapones para no oir lo que se les dice. Ellos, a lo suyo. Se les ha metido en la cabeza que unas casas evidentemente colgadas están colgantes. Y uno piensa que si son tan torpes para diferenciar en una cosa tan sencilla dos formas de participio, en qué no se confudirán hablando de asuntos mayores. Paciencia, a lo mejor el lenguaje de los SMS lo arregla.

1 comentario:

  1. Qué mal suena y qué ignorancia transmite quien dice Casas Colgantes en lugar de Casas Colgadas

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